EUROSAI 108 Estudios y otros artículos Secretaría General de AFROSAI COVID-19: LA EXPERIENCIA DE LAS EFS DE ÁFRICA Y LAS OPORTUNIDADES DESCUBIERTAS PARA ABORDAR FUTURAS CRISIS POTENCIALES En diciembre de 2019, se declaró un brote de coronavirus (COVID-19) en la provincia de Wuhan, en la República Popular China. Con el paso del tiempo, se ha extendido progresivamente a escala mundial, causando la muerte de varios cientos de miles de personas y pasando de la categoría de epidemia a la de pandemia. Desde su aparición, el mundo se ha enfrentado a una conmoción nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial, y los países africanos, que inicialmente no estaban afectados, se han visto damnificados a partir del segundo trimestre de 2020. Este período excepcional generó un choque socioeconómico y organizativo que provocó un cambio profundo y atroz en la situación de varios sectores de actividad. Las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) no han sido ajenas a los cambios ulteriores provocados por la pandemia. Si bien en algunos casos hubo voluntad de mantener las actividades centrales de las EFS a pesar de la difícil situación sanitaria, muchas otras EFS prácticamente se cerraron, paralizándose las auditorías y las actividades internacionales y centrándose la mayor parte del trabajo principalmente en tareas administrativas. Si bien en algunos casos hubo voluntad de mantener las actividades centrales de las EFS a pesar de la difícil situación sanitaria, muchas otras EFS prácticamente se cerraron. La pandemia de coronavirus ha afectado a la "actividad principal de las EFS africanas". En respuesta, algunas han demostrado ser lo suficientemente previsoras y flexibles como para poder continuar con sus actividades de la mejor manera posible. En este sentido, los casos de las EFS de CREFIAF hablan por sí solos. De hecho, desde principios de marzo de 2020, se crearon unidades de crisis para replantear la estructura organizativa de las instituciones. Esta medida ha permitido a la EFS de Camerún, por ejemplo, estructurar y experimentar el trabajo por turnos para limitar la presencia masiva de personal in situ y ayudar al personal a cumplir con las medidas de barrera. En otras EFS, incluidas las de AFROASAI-E, el trabajo a domicilio era casi la norma para el personal. En otras EFS, incluidas las de AFROASAI-E, el trabajo a domicilio era casi la norma para el personal. Esta reconversión ha garantizado la continuidad de las trabajosas y actividades en curso. Ha permitido finalizar los trabajos de auditoría iniciados antes del inicio de la crisis sanitaria. Por otra parte, este contexto sin precedentes exigió la adquisición e instalación de equipos y materiales especiales de desinfección y la organización de sesiones de detección del personal para limitar la propagación del virus. A pesar de las medidas adoptadas por las EFS africanas para combatir eficazmente el coronavirus y proseguir con sus actividades, se han enfrentado a una serie de desafíos tanto operativos como estratégicos. En términos de estrategia, la mayoría de las EFS africanas afrontaron una amenaza significativa de no cumplir con sus mandatos a corto y mediano plazo debido a las limitaciones inmediatas provocadas por la crisis sanitaria. La amenaza hizo que algunas EFS se volvieran menos relevantes en el pico de la pandemia. En cuanto a las operaciones, además de las dificultades de coordinación interna, ciertos parámetros como la reducción de personal, la falta de infraestructura tecnológica adecuada, el difícil acceso a Internet y la imposibilidad de realizar auditorías sin la posibilidad de visitas físicas han reducido significativamente la actuación de las EFS. De manera similar, la coordinación externa con las partes interesadas clave ha resultado casi imposible.
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