EUROSAI. Revista N26 - 2021

Revista Nº 26 - 2021 85 Estudios y otros artículos Desde hace año y medio, la COVID-19 ha estado afectando a casi todas las actividades de la sociedad. Desde el punto de vista de la auditoría la cuestión es, al menos, doble. ¿Cómo deberían enfocar las auditorías un problema que ya está en curso? ¿Está justificado auditar las actividades de las autoridades gubernamentales cuando todos actúan con prisas e intranquilidad? Por otro lado, ¿la auditoría puede permitirse perder la oportunidad que ofrece una situación tan importante, casi única, que realmente pone a prueba la capacidad de funcionamiento de la sociedad? Los distintos países adoptaron enfoques diferentes sobre la cuestión. Una de las opciones era suspender completamente la auditoría para facilitar la operación de las autoridades, mientras que el extremo opuesto era continuar fiscalizando como hasta entonces. Sin embargo, independientemente de la opción elegida, a todas las EFS se les ofreció la misma gran oportunidad: producir y analizar información sobre la pandemia y sus repercusiones. Finlandia quedó confinada en marzo de 2020. Esa misma semana, la Oficina Nacional de Auditoría de Finlandia (NAOF) decidió empezar a observar la pandemia sistemáticamente. Usar la palabra “sistemáticamente” puede parecer exagerado porque, en la práctica, partimos sin ningún plan ni preparación. De hecho, la pandemia también cogió por sorpresa a la NAOF. El trabajo sistemático se realizó rápidamente Así pues, el seguimiento de la pandemia no estaba estructurado cuando se iniciaron los trabajos. Sin embargo, rápidamente encontramos una forma natural de analizar los asuntos que debían ser objeto de seguimiento. En Finlandia, el trabajo de la Oficina Nacional de Auditoría debe estar relacionado con las finanzas del gobierno central y, por lo tanto, nos centramos en su seguimiento. Las repercusiones de la pandemia en las finanzas del gobierno central resultaron ser masivas. Las otras áreas que decidimos supervisar fueron la toma de decisiones administrativas y la respuesta de la administración pública a la situación, el desarrollo económico del sector privado, y también la situación epidemiológica actual. Durante la primavera, el grupo de seguimiento entregó a la dirección de la NAOF varios informes de algunas páginas sobre el asunto. Además de los temas que habían recibido un seguimiento, los informes incluyeron propuestas sobre cómo la NAOF podría o debería actuar en tales circunstancias. Dos temas de auditoría surgieron ya en las primeras etapas de la pandemia. En respuesta a la crisis económica derivada de la pandemia, el Gobierno aumentó considerablemente las subvenciones concedidas a las empresas. Se incorporaron ayudas adicionales a los antiguos regímenes, así como también se establecieron rápidamente nuevas subvenciones. La NAOF se esforzó por actuar con rapidez. Inmediatamente, en la primavera de 2020, la NAOF se aseguró de que la administración pública incluyera todas las subvenciones antiguas y nuevas bajo un mismo régimen, de modo que al menos no fuera posible percibir varias subvenciones por las mismas actividades. La NAOF también publicó un comunicado de prensa, que también fue remitido a todas las agencias. Queríamos señalar que, a pesar de las circunstancias excepcionales, los requisitos para el uso de los fondos no se habían modificado. La toma de PEQUEÑOS FLUJOS DE DATOS SE SUMAN A UN GRAN FLUJO: UNA CONSECUENCIA POSITIVA DE LA COVID-19 Visa Paajanen Consejera de Auditoría Operativa Oficina Nacional de Auditoría de Finlandia A todas las EFS se les ofreció la misma gran oportunidad: producir y analizar información sobre la pandemia y sus repercusiones. Rápidamente encontramos una forma natural de analizar los asuntos que debían ser objeto de seguimiento.

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